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Belén Monge
Cuando los tratamientos de reproducción eran desconocidos por la mayoría, mis tíos tomaban la valiente decisión de dejarse ayudar por profesionales para cumplir su gran sueño,
SER PAPÁS.
Recuerdo todo el proceso que vivieron y unas palabras que jamás olvidaré y que, después de 20 años me siguen emocionando:
»Tu tío y yo vamos todos los días a la puerta de la clínica a decirle, venga campeón tú puedes, juntos vamos a formar una gran familia».
A partir de ese día tuve muy claro que quería ayudar a todos los CAMPEONES para formar familias maravillosas…

»NUNCA abandones el deseo de ser madre»
Para mi ser embrióloga es…

Vivir algo mágico
día a día

Acompañar a los pacientes
en su sueño

Aportar toda la
información necesaria

Mi experiencia profesional
Para ello, me licencié como Bioquímica en la Universidad de Zaragoza y me especialicé con un Máster en Biología molecular, celular y genética. Mientras lo cursaba, sentía que mi siguiente paso era la investigación.
Investigar es empezar a conocer un mundo que está delante de ti aún por escribir, y que cuanto más empiezas a saber, no puedes dejar de ver lo valioso que puede ser para ti y para la humanidad.
Durante 5 años desarrollé mi tesis doctoral en Reproducción asistida y genética en el departamento de Bioquímica de la Universidad de Zaragoza. Allí, investigué diferentes genes y nuevas variantes que podían afectar a la infertilidad en pacientes. Un período para mi fascinante, enriquecedor, un sueño…
Ya doctorada, este sueño se hace todavía más real gracias al apoyo incondicional de A. Urries, cuando me abre las puertas de su Unidad de reproducción y me enseña a mirar desde los ojos de un embriólogo.
Desde ese momento, hace ya más de 14 años, mi formación como embrióloga no ha parado.
He realizado un máster de reproducción asistida, y con el equipo de reproducción de IVI Zaragoza, he aprendido toda la esencia, ilusión y trabajo del laboratorio, gracias a profesionales que me han inculcado que el trabajo de embrióloga debe ser disciplinado, meticuloso y muy empático.
Me siento muy orgullosa de seguir publicando artículos científicos en revistas internacionales de reproducción humana, gracias a la Dra. Díez. Siempre me ha tendido su mano en los buenos y no tan buenos momentos.
Cuanto más aprendes sobre algo, más claras ves las deficiencias que existen. Hablar día a día con las pacientes, te hace darte cuenta que juzgamos a las personas sin conocerlas, y que muchas veces, te encuentras con alguien que piensas que es feliz, y tiene todo, y sin embargo esta roto interiormente, y aún es capaz de regalar una sonrisa.
A raíz de tener a mi primer hijo, pude comprender aún más el sentimiento que implica ser Mamá, y el desgarro interno que supone para aquellas familias que no lo consiguen, por ello, decidí que quería dar un paso más, y no solo estar en la parte técnica del proceso, sino involucrarme con todas mis fuerzas en la parte humana, asesorando a las pacientes, e intentando resolver todas sus dudas, miedos e inseguridades.
Por ello, desde un punto totalmente objetivo, sin interés por parte de ninguna clínica, me dedico a asesorar y apoyar a las pacientes que están empezando o llevan un largo camino a sus espaldas, para lograr formar una familia.